viernes, 29 de junio de 2007

La Coronación de Cristo

Esta foto que les traigo está tomada de un 'foro cofrade'. Les pongo en situación: Jueves Santo, Archicofradía de Ntra. Señora del Valle. Es la reliquia de la Santa Espina que saca dicha corporación cada Semana Santa, la cual tomaron como propia después de una largo pleito con la Hermandad de la Lanzada, tras su estancia en San Martín.

Y les pongo primero esta foto antes de la que me gustaría mostrarles para hacer una pequeña reflexión: hay que ver lo que duele una espina. Y nuestro Señor tenía una corona de ellas.

Dicen que Jesús cenó en los Terceros, lo tomaron preso en el Tiro de Línea. Después se lo llevaron a San Juan de la Palma para coronarlo de Amargura. Al poco, hasta Los Remedios, para atarlo a una columna. Y después a la Anunciación.

En la misma Anunciación que el Ángel le dice a María que tendrá en sus entrañas al Santísimo Sacramento. En la misma iglesia, Anunciación y Encarnación, donde residieron tantísimos años los 'compañeros de Jesús'. Y donde ahora reside el Amor de Cristo y el Valle de María, al final de Laraña, se torna en cálida tarde de ojos verdes y dulce conversación.

Pues allí, es donde coronan cada Jueves Santo a Cristo. Y le ponen una clámide como si estuviera cosida con halagos de querubines mientras unos serafines, como los mismos que cantan en la Catedral, entonan melodías, pues más dulce es el Camino al Calvario con niños que lo acompañan.

Pero realmente, a Cristo lo coronan a los pies de la Giralda. Y lo comprobaréis cuando veáis como hasta el mismo incienso, las estrellas y la luna no quieren perder la oportunidad de ver esta bella estampa.

2 comentarios:

el aguaó dijo...

Es una de mis Hermandades predilectas. Desde el primer paso hasta el último, donde la debilidad por la Virgen del Valle me derrite cada vez que la veo pasar. Tejera impecable para este palio, donde la marcha del mismo nombre, "Virgen del Valle", se convierte en una ensoñación para atrapar a todo aquel que sigue y contempla a la Madre de Dios. Bajo mi humilde punto de vista, es una de las mejores marchas de nuestra Semana Santa. Es una de mis favoritas.
Y Ella, una de las más hermosas. Delicada y sutil, con ese sabor tan añejo y ese ambiente tan señero.
Enhorabuena por tus palabras amigo Camarlengo. Prosa o pesía eso a ti te da igual: eres un crack en las dos.

Un abrazo.

el_camarlengo dijo...

Me abrumas...y a la vez me das ideas. El próxima artículo, quizá, dedica a esta marcha. Que mucho se puede decir de ella.

Un abrazo amigo.