miércoles, 20 de junio de 2007

Viernes Santo

Antes de poner esta imagen buscaba alguna en la que pudiera hablar de la bulla a través del paso de los años. La bulla (inexistente) en los años 20, la década de los 40...y así hasta hoy.
Pero al ver esta instantánea me he quedado un poco impactado. Yo preocupándome por la bulla y Él caminando en la serenidad. Mientras, va caminando hacia la Magna Hispalensis en busca de la calma. Y en fotos como esta es donde uno se da cuenta de que, realmente, Dios existe.
Nada más que hay que ver cómo Helios se abre paso en el campo de azur del cielo nada más que con Su presencia. Adivinamos, quizá, lirios en el monte, pero son esos faroles los que nos dicen que el Nazareno sale de Triana hacia el Gólgota del Viernes Santo.
Y también he puesto esta foto por una razón simple, cuasi instintiva: hace tanto que Sevilla necesita del Nazareno de Triana, hace tanto que Sevilla necesita al Viernes Santo, hace tanto que la Esperanza no luce en la tarde más fúnebre, que con solo ver esta imagen ya se respira Viernes Santo, se siente Viernes Santo.
El Viernes Santo es una de esas tardes especiales en las que el día va acorde con el momento. Cuando te levantas el Viernes Santo te das cuenta de que el viento sopla suave acariciando las hojas de los árboles; el agua del río corre apacible en busca de Sanlúcar; el sol brilla con menos intensidad y hasta el latir de la ciudad se nota más quieto. Nunca mejor dicho, Viernes Santo suena a muñidor rompiendo el silencio de la noche y sabe a Triana vieja, rompiendo, con el calor del Nazareno, el frío que produce la hiel de su muerte.

2 comentarios:

el aguaó dijo...

Magnífico amigo Camarlengo. Delicioso y extraordinario. Me ha gustado mucho.
Aparte de los faroles, como bien has dicho, ¿sabes por qué me he dado cuenta que era el Nazareno de la O? Por su caminar encorvado, ese que le ha bautizado como "El Jorobaíto de Triana". Llevas toda la razón. Sevilla necesita beber de esa Triana de Castilla, vieja y señera, donde el pasito corto se hace poesía y la Morena de la O se apresura por el puente.

Chapeau! querido Camarlengo. Un abrazo.

P.D. Me he permitido la licencia de agregarte a mi blog.

el_camarlengo dijo...

Muchas gracias Aguaó. Y no me molesta que me haya agregado, al contrario, me halaga.

La verdad es que, el Jorobaíto de Triana tenie mucho dentro. Y nos hace falta Viernes Santo para que volvamos a sentir aquellas viejas sensaciones.