viernes, 29 de junio de 2007

La Coronación de Cristo

Esta foto que les traigo está tomada de un 'foro cofrade'. Les pongo en situación: Jueves Santo, Archicofradía de Ntra. Señora del Valle. Es la reliquia de la Santa Espina que saca dicha corporación cada Semana Santa, la cual tomaron como propia después de una largo pleito con la Hermandad de la Lanzada, tras su estancia en San Martín.

Y les pongo primero esta foto antes de la que me gustaría mostrarles para hacer una pequeña reflexión: hay que ver lo que duele una espina. Y nuestro Señor tenía una corona de ellas.

Dicen que Jesús cenó en los Terceros, lo tomaron preso en el Tiro de Línea. Después se lo llevaron a San Juan de la Palma para coronarlo de Amargura. Al poco, hasta Los Remedios, para atarlo a una columna. Y después a la Anunciación.

En la misma Anunciación que el Ángel le dice a María que tendrá en sus entrañas al Santísimo Sacramento. En la misma iglesia, Anunciación y Encarnación, donde residieron tantísimos años los 'compañeros de Jesús'. Y donde ahora reside el Amor de Cristo y el Valle de María, al final de Laraña, se torna en cálida tarde de ojos verdes y dulce conversación.

Pues allí, es donde coronan cada Jueves Santo a Cristo. Y le ponen una clámide como si estuviera cosida con halagos de querubines mientras unos serafines, como los mismos que cantan en la Catedral, entonan melodías, pues más dulce es el Camino al Calvario con niños que lo acompañan.

Pero realmente, a Cristo lo coronan a los pies de la Giralda. Y lo comprobaréis cuando veáis como hasta el mismo incienso, las estrellas y la luna no quieren perder la oportunidad de ver esta bella estampa.

jueves, 28 de junio de 2007

Nazareno de Sevilla

Eres noche de Sevilla
y gloria de su palio,
bordado de su bambalina,
y cuenta de su rosario.

Nazareno de percalina,
de alpargata y esparto,
nazareno de Sevilla
de merino y amaranto.

Eres flor de la peana
y vela del candelero,
plegaria sevillana
y rocío del cielo,
que nace en la mañana
y que viste con esmero
capa de lana
y túnica de terciopelo.

Nazareno de percalina,
de alpargata y esparto,
nazareno de Sevilla
de merino y amaranto.

Eres escudo del faldón
y cristal del guardabrisa
que protege con amor
y guarda con premisa
la más bella flor,
la de la tez bellísima.

Nazareno de percalina,
de alpargata y esparto,
nazareno de Sevilla
de merino y amaranto.

Eres nazareno de Sevilla
la gloria y la razón,
arquitecto de maestría
caminante por amor,
dulzura al mediodía
y en la tarde, compasión,
nazareno de Sevilla
penitente de pasión,
sentimiento de cercanía
rebosante el corazón,
llevas el alma encendía
por el Cristo de tu devoción,
nazareno de Sevilla,
que en ti llevas el candor
de servir en la cofradía
desde el preste al muñidor.

Nazareno de percalina
de alpargata y esparto,
nazareno de Sevilla
de merino y amaranto.

El Señor


Silencio que pasa el Señor.
Duerme Sevilla en el ruido de la noche
y su corona es el broche
que nos llena de amor.

Camino del Calvario camina Cristo
derramando su mirada
entre la gente callada
que ya lo han visto

y se calla la noche y se apaga el día,
y se templa la mar abriendo la alborada,
el cielo, celeste túnica estrellada,
vibra con coros angelicales de alegría.

Pasa el Señor con la cruz del querer
llevándola por nosotros a cuesta,
esa cruz, que siempre la lleva puesta,
y por eso al Señor lo llaman Gran Poder.

martes, 26 de junio de 2007

Bendita sea tu pureza

Hoy me ha pillado un día malo, la verdad. No encontraba ni ganas ni motivos para escribir, pero no quería dejar pasar el día en blanco. Un día en blanco es un día no vivido. Por eso, en lugar de crear nada nuevo, solo os dejaré una rima conocida pero que con esta imagen, seguro que da mucho que pensar.

Bendita sea tu pureza
y eternamene lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tran graciosa belleza.
A ti celestial princesa
Virgen sagrada María
yo te entrego en este día
alma, vida y corazón
mírame con compasión,
no me dejes Madre mía.

lunes, 25 de junio de 2007

...el día de San Lorenzo

Ya pensé una vez en escribir mi rara vida cofrade. Pero esta vez, las palabras del Aguaó me animan a hacerlo. Realmente es una peripecia, pero tiene su punto y hasta gracia.
De una familia de poca tradición cofrade, ninguna, pero con una madre piadosa y un padre bautizado a los pies de la Esperanza Macarena, comienza mi 'currículum cofradiero'. Al poco de nacer, mi pía madre quiso hacerme hermano de una cofradía, por lo que estuvo dubitando entre la señera Hermandad de La Calzá y la novísima Hermandad de La Sed. Al entrar un día en una tienda del barrio le preguntó a la dependienta, de prolongada carrera cofrade, cuál era la corporación más conveniente, sin saber mi madre que la susodicha era antigua vecina de Nervión y que le respondería con esa Hermandad, La Sed.
Con el paso de los años, nos hemos dado cuenta de que fue una gran elección. No lo digo ya por sus Titulares, que me encantan aunque tenemos que reconocer que es una Hermandad que le queda mucho trayecto y un largo camino, lo digo porque mi madre me hizo hermano de esa bendita Hermandad sin saber que la festividad de Santa María de Consolación se celebraba el día 8 de septiembre, casualmente, el mismo día que su aniversario de bodas. Con los años, mi hermano menor, nacería también en el citado día.

A los pocos años de aquello, en 1994 se fundó la Hermandad de mi barrio, la Hermandad de los Dolores de Torreblanca. He salido en ella desde que me hiciera hermano, es decir, trece años vistiendo todo tipo de hábitos en ella y es para mí un orgullo como esta Hermandad se va abriendo paso entre ilustres Cofradías, como la suya del Traspaso, de la cual tiene muchísimo que aprender. Como podemos observar, hasta ahora, dos cofradías elegidas por mi madre.

Pasaron los años y comence a tener conciencia cofrade. Entonces me enamoré de una vecina de la Calle Larga de Triana, una vecina llena de Pureza que camina siempre detrás de un 'caído', como nosotros. Me hice hermano de la Esperanza, esta vez, por voluntad propia. Y no me gusta esta Hermandad precisamente por la noche mágica en la que sale, más bien por momentos recogidos y llenos de emoción, como los traslados a Santa Ana, el Triduo de Navidad o el Corpus. Cuando uno siente Triana siente otra Semana Santa.

Y finalmente, la creo que es la cofradía de mis amores. La Primitiva Hermandad de los Nazarenos. Fue poco a poco, una vez fui a la capilla; otra, le recé a María Santísima. Pasaba las tardes allí, escuchaba Misa entre la calima del verano y el crepitar de las velas encendidas. Este año 2007 fue la primera vez que me vestí de ruán.

Solo hago estación en tres de ellas, excepto en la Esperanza de Triana. Pero me vuelven loco otras muchas, especialmente la Amargura y la Hermandad de los Toneleros, que son fuera de serie. Por si le interesa y le parece curioso, mi cumpleaños es el día de San Lorenzo y me bautizaron el día de San Francisco de Asís...

domingo, 24 de junio de 2007

Santa Cruz

Sopla sin descanso la dulce brisa
acariciando con amor el sudario,
que pende de la Cruz en el Calvario.
Sopla el viento, revuelto y con prisa,

cuan suspiro de malévola sonrisa.
Solo queda el patíbulo escenario
mientras Cristo yace en el Sagrario
-entregado por amor sin premisas-

para regalarnos la eterna vida,
siendo Jesucristo del mundo la luz
que a todos nos alumbra Su venida,

aguardando en la eterna juventud
la más bella oración escogida
para recibir el Triunfo de la Cruz.

Cruz inmortal, sobre todo pecado
triunfante te levantas vencedora,
y a tus plantas llora la Mediadora
porque su Hijo ha muerto crucificado.

Cruz triunfal, con paño inmaculado
y manchado de sangre redentora
del Hijo de Dios, que murió otrora,
y que con su muerte nos ha Salvado.

Santa Cruz, brazos abiertos al cielo
esperando el abrazo del Redentor.
Santa Cruz, suspiros llenos de anhelos

esperando la gloria junto al Creador.
Santa Cruz, señal del amargo duelo
porque se va Cristo, muerto por amor.

Cruz de sacrificio, dolor y pasión
sola queda entre pétalos de rosas,
flor enhiesta candente, la más hermosa,
que nos conduce a la Salvación.

En tus brazos termina la traición
de la entrega por amor más honrosa
siendo el Mesías la ofrenda gloriosa
que se ofrece por la Redención.

Y por siempre seas santa y alabada,
señal digna de veneración,
Santa Cruz que al cielo estás alzada,

con María, escogida en la creación:
Ella es madre virginal encarnada,
Tú, camino de la Resurrección.

viernes, 22 de junio de 2007

Estrella


Ya no hay estrellas en la noche
ni luceros en la alborada;
ya no hay sones de reproche
en el Gólgota por la mañana.
Ya no suena por la calle
el crujir de tu zambrana
porque no vas en paso de palio
sino que navegas en barca de plata
buscando un nuevo puerto
entre Híspalis y la Cava.
Ya no quedan estrellas en la noche
porque se fueron para Triana
anidando en San Jacinto
entre La O y la Señá Santana,
y el celeste tiene envidia
de Sevilla una Semana
porque la Estrella deja el cielo
para alumbranos en la mañana
de un Domingo de Ramos
donde no paran las campanas.
Y cuando la Estrella venga llorando
por el viejo puente de Triana
la esperará Sevilla con alma dispuesta
como quien espera a la amada
porque la Estrella es rosa de pasión
y lucero de la mañana
cuando llega Domingo Ramos,
entre Sevilla y Triana.

jueves, 21 de junio de 2007

Va por ti, maestro...

Cuan Juan Belmonte al final de una faena; como en la tarde más eterna de La Real Maestranza cuando, entre Lorca con su verso y Mejías con su muleta, se componen los más bellos poemas; como si de Chicuelo se tratara o del Gitanillo de la Cava, así os traigo esta foto.
No hay palabras para describir a lo que hoy es un grandísimo cofrade y mejor amigo. Mirando a su público, callado y expectante, como siempre, con túnica o costal. Con la montera por capirote y la muleta por capa, es curioso como este crío se hizo hermano de la trianera cofradía del Arenal, como soñaba en cada madrugada de Jueves Santo al retornar a su capilla con la Esperanza de la mañana siguiente. Sabía que al andar sus pasos por Pastor y Landero en el Miércoles Santo menos le faltaba para ver 'al Caído' frente a la vieja cárcel.
Con los años, cambió la buena faena de tarde por los costales blancos, y quiso ser uno de esos ratoncitos. Ratones blancos que llevan entre pañuelos de seda a la más olorosa flor de Pasión. Va por ti, maestro...

¿Dónde acaba el amor?

Cuando miro esta imagen siempre pienso lo mismo: ¿dónde acaba el amor?...por supuesto, no me refiero a la genial obra de Juan de Mesa, porque Ese no acaba en ningún sitio, sus brazos abarcan todo el horizonte y su cuerpo todas las alturas. Mientras, se abre su pecho para que vivamos de Él.
¿Dónde acaba el amor?...cuando miro a la Madre de rodillas ante el Hijo veo que aun no se ha acabado, pues el amor de una madre no termina nunca. Es imperecedero. Y cuando miro, en este caso, la estampa del Hijo, compruebo que el amor a su Padre tampoco termina.
Creo, sinceramente, que el amor no se acaba. Siempre comienza entre azahares de primavera, entre redobles y cornetas. El amor se filtra entre los respiraderos y juega con las bambalinas al son del viento, pero no se escapa hacia un horizonte más lejano, solo se enreda en alguna cruz de dolor o se coloca junto a algún sayón para susurrarle al oído quién es el Hijo de Dios.
Como dice San Pablo en sus cartas 'si no tengo amor, nada soy'. También lo canta el grupo Siempre Así, que le salió de escándalo, por cierto. Pero sin amor, y menos sin amor en la contemplación, nada somos.
Al ver la imagen que muestro, no me queda otra que arrodillarme en mi personal monte de lirios y con mis lágrimas enjugar los pies del que fuera Cautivo y Nazareno. Porque después de la muerte, el amor nunca termina. Porque después de este monte de Dolor, siempre nos quedará una mañana clara de Domingo...

miércoles, 20 de junio de 2007

Viernes Santo

Antes de poner esta imagen buscaba alguna en la que pudiera hablar de la bulla a través del paso de los años. La bulla (inexistente) en los años 20, la década de los 40...y así hasta hoy.
Pero al ver esta instantánea me he quedado un poco impactado. Yo preocupándome por la bulla y Él caminando en la serenidad. Mientras, va caminando hacia la Magna Hispalensis en busca de la calma. Y en fotos como esta es donde uno se da cuenta de que, realmente, Dios existe.
Nada más que hay que ver cómo Helios se abre paso en el campo de azur del cielo nada más que con Su presencia. Adivinamos, quizá, lirios en el monte, pero son esos faroles los que nos dicen que el Nazareno sale de Triana hacia el Gólgota del Viernes Santo.
Y también he puesto esta foto por una razón simple, cuasi instintiva: hace tanto que Sevilla necesita del Nazareno de Triana, hace tanto que Sevilla necesita al Viernes Santo, hace tanto que la Esperanza no luce en la tarde más fúnebre, que con solo ver esta imagen ya se respira Viernes Santo, se siente Viernes Santo.
El Viernes Santo es una de esas tardes especiales en las que el día va acorde con el momento. Cuando te levantas el Viernes Santo te das cuenta de que el viento sopla suave acariciando las hojas de los árboles; el agua del río corre apacible en busca de Sanlúcar; el sol brilla con menos intensidad y hasta el latir de la ciudad se nota más quieto. Nunca mejor dicho, Viernes Santo suena a muñidor rompiendo el silencio de la noche y sabe a Triana vieja, rompiendo, con el calor del Nazareno, el frío que produce la hiel de su muerte.

Una tarde en la Magdalena

Nada tengo que decir sobre esta foto. Me llegó esta mañana de la mano de M. A. Santizo; solo con decir el apellido, lo demás sobra, me parece a mí.
Es en la sacristía de la Parroquial de Santa María Magdalena, lo que un día fue convento dominico. Donde pacen la antigua Hermandad de los Mulatos, hoy el Calvario venido desde San Ildefonso y la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, la aristocrática Quinta Angustia, con el tesoro de Rodríguez-Caso en su pequeña capilla mudéjar.
Y donde también reside la señera Sacramental. Pues fue aquel día, convocados por la Hermandad Sacramental, nos encontrabamos allí, para servir en la Santa Misa a María Magdalena, el 22 de julio...con la fresquita. Pero no cabe duda, quién es el maestro de los que aparecen en la foto.
Si la foto fuera en blanco y negro, podríamos decir que es la mañana de Corpus, minutos antes de salir el Santísimo, y que es el propio Martín Cartaya quien dispara la cámara.

lunes, 18 de junio de 2007

María Santísima de los Dolores

¿Quién se resiste a tu mirada,
de donde mana la vida
y brota el amor de forma callada?
¿Son, acaso, tus lágrimas venidas
como rocío del cielo en una noche apagada?
¡Qué dulzura de mujer
y qué genio en el semblante!
A tus plantas me quisiera ver
para tenerte delante
y rezarte caminante
en la belleza del atardecer,
en mi soledad exultante
y a tu lado envejecer.
Que tus dolores son mis penas
y tus lágrimas un tesoro
que se guarda con decoro
en el rincón de mi condena,
porque que pena tan grande
y que dicha tan buena
que Dios te mandase
ser la primera nazarena.
Y eres rosa del jardín
del Divino Redentor,
la más bella flor
que nació en el mes de abril
demostrando su explendor
pues tu cara no tiene comparación
y contigo hay que morir.

La cofradía romántica

Que Castillo Lastrucci fuera un coreógrafo estupendo no lo quita nadie. Lo de coreógrafo en el sentido de montaje y diseño de misterios, en el sentido escenográfico. Para el ballet ya tenemos al Bolshoi. Pero sin duda alguna, quizá haya un misterio en la Semana Santa que no es muy conocido, no por sus características sino porque se eclipsa entre la Quinta Angustia y La Mortaja. El misterio del que hablo es el de la Archicofradía de los Toneleros, La Carretería para andar por casa.

Y es todo: desde los zancos al exorno floral, pasando por Dimas y Gesta, la bellísima imagen de Ntra. Sra. de la Luz, los Santos Varones, María Magdalena a los pies del madero. Y por supusesto, la bellísima talla del Stmo. Cristo de la Salud, muy posiblemente del mismo autor que el del 'virtuoso del arpa' (véase Cabello Lara), el Dulcísimo Nazareno, obra de Ocampo. Y es curioso como la influencia de los Montpensier en cierta época hizo de esta Archicofradía, porque es de las grandes, de las que le toman el pulso a la Cofradía del Traspaso que no había quien le tosiera, se vuelve la más romántica de Sevilla. Y para demostrarlo, os dejo unas imágenes que os enamorarán en unos de los momentos más bellos.



viernes, 15 de junio de 2007

La espalda de la Catedral de San Marcos

Cayetano González, que antes de nada, fue un artista de los grandes, también era bastante cofrade. Estudio arquitectura y viendo que la construcción no era lo suyo, se metió en tu taller a fabricar piropos para María en forma de orfebrería, como la corona de algo más de 6 Kg. para María Stma. de la Amargura, el boceto para el paso del Stmo. Cristo de las Tres Caídas o el bellísimo paso que hiciera en la década de los 50 para María Stma. de la Concepción.


Y para hacer este arca, este bello paso que la lleva entre el silencio de los nazarenos, se inspiró en la veneciana Catedral de San Marcos. Como si de Brunelleschi, Vermendo Resta o Alberti se tratase dibujando en el horizonte el encargo del Papa Julio II para el Vaticano, Cayetano González nos deja para el recuerdo este bello tesoro de plata con la majestuosidad de que no es más que silla gestatoria llevada por sediarii hasta la puerta de la gloria.
Y solo puede ser admirado ese palio, que curiosamente recorta el viento con bambalinas de metal, por la cola. Una cola que se encienda y se apaga en la mitad de la noche. Es el remate bellísimo de una intensa fila de nazarenos que rasgan el cielo con sus capirotes. Es una Madre para sus mil hijos que la acompañan. Es un palio para una reina que ya descansa.
Aquí al lado, el podría a ver sido el paso del Stmo. Cristo de las Tres Caídas, sin el misterio de Castillo Lastrucci...una pena, hubiera ganado mucho.

Un momento para la Esperanza

Hoy ha amanecido gris, como la túnica que le quieren poner a San Antonio de Padua. La verdad es que el celeste no hace referencia a su glauco nombre en la jornada de hoy. Por ese motivo traigo esta foto.

Es la calle Pastor y Landero, quizá sean a las ocho de la mañana, como muy tarde las nueve. Como si de una marea se tratase, sobre los corazones ardientes de dolor navega una fragata de plata buscando rumbo hacia el que fuera puente de barcas. Quizá sea principios de siglo. Y en una mañana también gris, la que de Pureza fue asunta a los cielos volvía su rostro dulce pero intenso hacia un rincón de la soledad, la antigua cárcel del Pópulo, que en otrora fuera convento de San Agustín y ahora mercado.

Al igual que hoy, el cielo estaba oscuro como la noche precisamente porque la luz estaba en la tierra. No era la Virgen, era el amor de los que allí estaban lo que encendía de fuego la mañana. Lo que a los ojos de algunos puede ser un rincón de soledad, de vacío, la Madre de Dios lo llena de Esperanza. Por eso, a pesar de la hora y del tiempo, ella tendía su manto en aquel rincón para que la 'soleá' le diera la mano. Al escuchar aquella saetilla Font de Anta compuso 'Soleá dame la mano', posiblemente una de las composiciones más bellas.

No es más que el canto de esperanza que hace la soledad para no perderse en el día, porque junto a Ella ¿quién puede verse solo?...siempre nos quedará la Esperanza...

Ya se va la Esperanza camino de Triana
dejando el calor en Sevilla
va buscando a la Señá Santa Ana
al otro lado de la orilla.

jueves, 14 de junio de 2007

En las tardes de verano

Aunque no viene mucho a cuento, al ver esta foto no he tenido más remedio que ponerlo. Ciertamente, sublime, como la estrella que acamapa en San Julián a los pies de la Buena Muerte. Humilde y tranquilo, como si del transcurso de un día de verano se tratara, vemos a Dios en la tierra tomando el fresco en el patio de su casa, con la morada túnica remangada, pues la calima hace estragos en su cuerpo.
Con la tranquilidad y la parsimonia de saberse solo en su hogar, Dios deja su altar sostenido por arcángeles y santos, para pasear cerca del retablo de la Virgen del Carmen, pasar bajo el coro y saludar a San Antonio, poder mirar más de cerca la Santa Cruz de forja. Entre suspiro y suspiro los vencejos tocaran las campanas de San Antonio Abad. Como si de una tarde de verano se tratase, este vecino de la calle de las Armas sale a su patio a respirar el pulso de la ciudad, a devolverle su latir.
Y cuando cansado ya nos encontremos, iremos en busca de su dulce mirada, baja y serena. Con su corona que ya no es de espinas sino de rosas y sus manos agarradas al patíbulo de la Cruz dejará escapar el suspiro de la paciencia, del amor, del sacrificio. Se quedará el último recuerdo en el silencio de la tarde para dar paso a la noche. Entonces, nazareno silente, de inmaculado manto y sencilla túnica subira a la entrada del cielo para sentarse a descansar y esperarnos en la claridad.

miércoles, 13 de junio de 2007

Así en el cielo como en la tierra

Mientras buscaba una foto adecuada para traeros al recuerdo escuchaba la banda sonora de 'Los chicos del coro'. Hay que ver lo bien que cantan los puñeteros. Casi se me saltan las lágrimas. Y encontré en mi archivo esta foto: una misa de romeros camino a la Aldea de El Rocío. La foto es un original de Julio Domínguez Arjona que se la tomo prestada.
Pero lo realmente original es que mientras escucho las celestiales voces de estos niños la mente se echa a volar pensando en que hoy comienzan los cultos al Inmaculado Corazón de María...el mismo día que es San Antonio de Padua. Y mientras los niños cantan, esta foto me recuerda que todavía quedan muchos que van a la famosa romería por devoción. El ver a los romeros de rodillas escuchando Misa hace que se me remueva el alma, pues pocos quedan así en estos tiempos.
Entre la alborada mañana, los ciscos de las últimas candelas, las alondras que se levantan por la mañana y los rayos de la clara aurora que traspasa la Sagrada Forma. Entre la juncia y el romero, los lirios y el pasto. De fondo se escuchará el relinchar de los caballos mezclados, quizá, con el canto dulce angelical de un 'Sanctus' para la memoria.
'Y ante el Santísimo Sacramento que toda rodilla se doble, así en el cielo como en la tierra, y que toda cabeza se destoque...'

martes, 12 de junio de 2007

Una fría noche

Mi primera Madrugá...seguro que no la olvidaré. Tampoco olvidaré el encontrarte a ti bajo las trabajaderas del Mayor Dolor de María ni el frío que pasé. Yo sé que lo tuyo no son las devociones, más bien el deporte sacro, pero bueno, seguro que también ayuda.
Y esta foto es perfecta: la Hermandad donde te encontré, además la Concepción Inmaculada en simpecado, y el detalle: el simpecado, rematado por una cruz, la cual no vemos porque está velada. Es antigua tradición y así lo manda la Iglesia que en el Viernes Santo toda cruz quede cubierta por un velo morado o negro, como las cruces de Pasión o la Quinta Angustia, esta cruz también se vela.

Una Hermandad donde el ruán se mezcla con la tiniebla, el dolor con el gran poder del Cristo; donde la fe inmaculista se desdibuja ante los ríos de esperanza que corren por Sevilla. Una Hermandad que siempre lucha hasta el final, sino que le pregunten a la Hermandad de la Macarena o a la Archicofradía de los Toneleros, La Carretería. Por cierto, es romántica esta Hermandad hasta en los zancos del misterio.

Sin pecado concebida
y sin mancha original
por los sevillanos, la más querida
siempre reina virginal.

De la gloria aparecida
de pureza natural,
Concepción recibida
por el coro angelical.

Eres Inmaculada bendita,
princesa terrenal
y de la noche infinita
lucero celestial.

Gracias Paco por ponerme en tu web.

Signos de otra época


Hoy, dicen que, hace ya treinta años que comenzó la democracia. Pero todavía el archivo de ABC nos regala imágenes como esta: la novísima Hermandad de San Roque, donde tanta filiación tienen los Santizo, saliendo por causas ajenas a su voluntad desde Santiago, por la puerta de la calle Lanza.

El año anterior, los republicanos quemaron la Iglesia de San Roque, perdiendo esta Hermandad todo lo que allí tenía, incluso la devocional talla del Cristo de San Agustín, a la que la ciudad hizo voto en un caluroso 2 de julio. El Señor de Buiza sobre su paso de estilo churrigueresco, con guardabrisas, detalle de la novedad. Y lo que más llama la atención: el público que saluda con el brazo en alto. No es ni mejor ni peor. Es el sello de una época, donde el miedo también te hacía hacer cosas que no te gustaban. Pocos años después, pasaría por esta Iglesia la trianera Hermandad de las Aguas. Finalmente, se afincaría aquí la que es dueña de la calle Santiago, la Hermandad de Redención.
Más abajo podemos ver una imagen parecida, pero en este caso, el Señor del Gran Poder a la salida de la Catedral, la Puerta de San Miguel. Sí, digo bien, la de San Miguel, porque antes la carrera oficial era al contrario. Además, si nos fijamos bien la foto, se observan las catenarias del tranvía de la época y hasta militares y servidores de librea delante del paso. En la actualidad la Hermandad no usa servidores...cambian las épocas, el Señor se mantiene.





La Macarena

Muere Sevilla de pena. El 16 de Mayo de 1920 murió en Talavera de la Reina el torero José Gómez Ortega, conocido como 'Joselito el Gallo'. Y por azares del destino, nos dejó esta estampa: la Macarena de luto. Totalmente de negro.

No hay palabras para describir esta rosa que florece en San Gil, entre la Feria y San Luis; no hay piropos ni cantos de ángeles que puedan agasajarla. El artista que plasmara su belleza la gloria tendría ganada, pues no hay mayor recompesa para la obra labrada que la bendición eterna.

Una lágrima más hay en tu pañuelo
porque hoy ha muerto Joselito
y en ti quiere encontrar el consuelo
para pagar antes el delito
y poder subir al cielo.
Rosa que estás en primevera
siempre por Feria y Resolana
eres el tesoro de la Macarena
eres la estrella de mañana.
Eres palpitar de costaleros
en la recia madrugada
y sentir de nazarenos
cuando suenan las cornetas del alba.
Eres canto de querubines
y tañir de las campanas
que hasta lloran los clarines
cuando se levanta el sol a las claras.
Se llena tu cara de Amargura
cuando atraviesas San Juan de la Palma
pues ya no queda más dulzura
y hasta la mar se pone en calma
con solo pensar tu nombre.
Y al final se levanta el día
comenzando con la pena
que tiene que esperar todavía
un año, para ver a la Macarena,
pasear por la Resolena, por Relator o por Feria
y poder cantar a los vientos
por seguirillas y saetas
que la Madre de Dios tiene un nombre
¡y se llama Esperanza Macarena!

lunes, 11 de junio de 2007

La belleza de la ciudad

Sevilla. Ciudad de llegada y partida. Ciudad de la gracia, bellaza roma a caballo entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Entre las esquinas de la ciudad se siguen escondiendo bellezas que nunca veremos. Como dice Julio Domínguez Arjona 'la Sevilla que no vemos', la que dejamos pasar y la que se nos escapa de la retina, aunque pase por nuestra vera. Sevilla es diferente, que no única.


En una de las charlas que dan en la Madre y Maestra siempre dicen 'no es que seamos mejores o peores, simplemente, hacemos las cosas a nuestro modo'. Quizá exista el 'sevillano_modo', pero lo que sí está claro es que la afirmación de Rodríguez Buzón sobre la Macarena es extensible a la ciudad. 'Pero como tú, ninguna' y así es Sevilla, protegida por San Fernando y aconsejada por San Isidoro y San Leandro, es un quiero pero no puedo casi tan fugaz que dura eternamente y que nos hace soñar todos los días que por ella paseamos o vivimos.
Y siempre Sevilla ligada a un sueño: su Semana Santa...

Un día, un retal...

En primer lugar, dar la bienvenida a todo aquel que ponga su vista en este rincón. La bienvenida y las gracias. Con la creación de este blog solo pretendo hacer un poco más amena y distendida la larga espera en la que se traduce la agoniosa espera hasta que llegue la luna de Pescevere, la de la Madrugá más bella.