martes, 28 de agosto de 2007

Por ti también rezan los béticos...

Sé que va a ser un tópico. Mañana habrá millones de artículos y recortes como el mío acerca de este hecho, pero no puedo evitarlo. Antes de nada, clamo a los ángeles del cielo que vengan a por él, que entre recortados vuelos desciendan hasta este manatial de salud, donde la ojana veraniega de apodera de nuestras pasiones. Santos de las alturas, mantened la mirada firme ante los ojos del que llega.
Muchos escribirán sobre la muerte de este jugador de fútbol, Puerta. Que nombre tan bello...cuando uno llegaba a una ciudad buscaba la puerta y en todas las casas hay una, por donde se entra. Quizá, él ha sido la llave que por unos días ha unido a esta ciudad siempre en dos dividida. Ahora, desde luego tú también eres esa puerta, ese suspiro que le abre a los que te quieren el resquicio de un lamento contenido o de una oración callada. Te vas muy distinto del modo en el que llegaste, al fútbol digo. Te conocimos después de aquel gol que tranportó a los sevillistas hasta la cumbre de los sueños, donde las noches de mágico espectáculo junto a la Catedral de Nervión se hacían interminables.
Mañana muchos curas sevillistas, y béticos también, pedirán por tu alma en sus oficios. Muchos aficionados mirarán su carnet de socio y te recordarán en tus últimas jugadas y se acordarán de por qué son sevillistas, porque el sevillismo también sufre. Sufre con su ciudad, con su equipo, con sus sueños.
Esta tarde no solo el sevillismo perdió. Perdimos todos los que moramos en este rincón acompañado de la belleza de María. Ahora, tú vas camino de estar más cerca de ella, como de aquella copa a la que nos llevastes a los sevillanos a disfrutar con las glorias futbolísticas. Estas a punto de meter el mejor gol de tu vida Puerta, ahora es cuando no puedes fallar, porque los sevillanos y los sevillistas estamos contigo más que nunca.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Dentro de muy poco, cumpliré 42 años, los mismos que hace que soy sevillista, porque así lo quiso el destino. Y en esos largos años, sufrí mucha tardes de sinsabores, de derrotas, de fracasos y triunfos que nunca llegaban. Y siempre me preguntaba ¿Cuándo nos tocará a nosotros?.
De pronto, una bendita tarde de Abril, en plena Feria de Sevilla, un ángel llamado Antonio, nos abrios las puertas del cielo y conocimos la gloria.
Ahora ese ángel se ha marchado y nos ha dejado una herida que tardará mucho en cicatrizar.
MUCHAS GRACIAS, ANTONIO. NUNCA TE OLVIDAREMOS.

Paco Dópido

el aguaó dijo...

Querido amigo, sabes muy bien que soy bético, pero un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando Antonio se desvaneció sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán.
Cuando las imágenes de la salida en camilla del estadio aparecieron en mi televisor, irremediablemente supe que Antonio sufría algo más que un mareo.
Desgraciadamente mis temores se cumplieron y el ingreso en el Hospital Virgen del Rocío lo único que hizo fue alarmar aún más mi preocupación. Siempre mantuve la esperanza... ahora don Antonio está con Ella. Con la Esperanza.

Hoy llora Sevilla. Llora España.

Descanse En Paz.

Un fuerte abrazo amigo mío.