domingo, 26 de agosto de 2007

El verdadero patrimonio

No sé cuántas Hermandades hay en Sevilla, más de cien seguro. No conozco el patrimonio de ninguna de ellas ni tampoco sus recursos. Solo sé que todas se gastan elevados presupuestos en bandas, en pasos y salidas procesionales y en ornamento de cultos.

Siempre he defendido que el principal fin de todas las Hermandades es el que viene marcado en las Normas Diocesanas: aumentar y mejorar el Culto Divino. Hasta ahí, todos de acuerdo. No dice nada de pasos dorados, bandas carísimas, exornos florales de alto coste ni nada por el estilo. Eso ya es cosa nuestra, de los cofrades. Quizá, podría denominarse como la 'cosa nostra' de las cofradías, al más puro estilo de la mafia italiana. Por eso digo, que lo principal, el Culto Divino. Y en comunión con ese Culto Divino, naciendo del centro de toda celebración, la caridad. Amor a Dios e, intrinsecamente, al prójimo...como a ti mismo.

Todo esto viene porque hace pocos días apareció la noticia del pobre Rubén, un chico con neurofibromatosis, que no sé a qué enfermedad se refiere, pero que suena muy mal y muy cara de curar. Y curiosamente, un grupo de Hermandades bastante reducido, en comparación con la nómina que integran solo las que hacen estación a La Santa Campana, han puesto de su parte (colaboración económica que se llama) para poder curar al pobre chico.

El grupo de Hermandades es muy peculiar, un total de once: por supuesto las dos grandes empresas del mundo cofrade, Macarena y Gran Poder, como siempre, a la altura de las circunstancias. Del total, tres son ruán y una más de silencio puro, La Mortaja. Las de ruán son Amor, Estudiantes y Vera+Cruz, las dos últimas con pasos en caobas. Después tenemos dos de antier por la mañana, La Paz y Santa Genoveva, demostrando estilo y saber estar. Después, otra del Sábado Santo, La Trinidad; una gloria, Valvanera. Y finalmente, la sorpresa, una de vísperas que salió invitada el Miércoles Santo, el Carmen Doloroso.

Ante todo, sorprendente, porque quitando alguna, no son de las más aplaudidas en La Santa Campana. No veo en esta lista ni a San Gonzalo ni a la Esperanza de Triana, tampoco veo a Los Gitanos, La Estrella, Redención, Los Panaderos...y analizando, al final, parace que siempre cuenta lo mismo: en la Semana Santa hay dos tipos de Hermandades, las que ofrecen espectáculo y las que hacen tener sentido a nuestra fiesta.

Recuerden, no es trabajar un año para un día, sino que ese día sea reflejo de todo el año trabajado.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo ideal, sería encontrar un equilibrio acertado entre lo divino y lo humano. Tan importante puede ser el culto y la caridad, como el patrimonio y el espectáculo.
Nuestra Semana Santa es muy compleja, por eso es la más importante, y tiene un poco de todo.
El problema, es cuando sólo nos quedamos con lo material y la única preocupación es el dinero, el oro, la música y las apariencias, olvidando todo lo demás.

Un abrazo de tu amigo, Paco Dópido.

el_camarlengo dijo...

Eso sería la genial querido Paco, ¿pero cuántas Hermandades hay que ni siquiera pongan de su parte para buscar ese equilibrio?...