viernes, 14 de septiembre de 2007

De la Misa en latín, y otras cosas...

Exaltación de la Cruz...hace muchos años que una tal Santa Elena, madre de Constantino la encontró tal día como hoy y la fiesta se quedó. La Santa Misa o Eucaristía, aunque parezca que no, nace del árbol santo de la Cruz. Del costado, la sangre del sacificio; del travesaño, la carne de la vida eterna.
Y además, hoy, vuelva la Misa en latín. Bueno, en latín, de espaldas y con la casulla de guitarra. Es decir, a la Misa Tridentina, a esa que instituyó San Pío V que ha perdurado más de cuatro siglos, desde el Concilio de Trento que sentó las bases de la Contrarreforma y las expresiones de piedad popular (vulgo cofradías y Semana Santa) hasta el Concilio Vaticano II, con la llegada de Pablo VI al trono de santidad.
No cuestiono la decisión de retomar lo anterior, quizá cuestiono como lo que durante tanto tiempo fue sagrado pasaba a ser inválido. Ahora de nuevo, después de treinta años, en la Santa Sede reconocen el error cometido.
Para terminar os dejo con un comentario que me ha gustado acerca de aquel cambio conciliar. Me lo dijo mi abuela. Ella, después del concilio, al entrar en la Iglesia y ver al sacerdote mirando al pueblo dijo: ¿por qué el cura ya no da la Misa mirando a la Virgen?...en el camarín estaba una Imagen del Inmaculado Corazón de María...esta es la religión de los fieles.

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