domingo, 24 de febrero de 2008

De cuando volviste...


Radiante flor olorosa
eres Virgen de la fe
la madre más hermosa
que un cristiano pueda tener
en la hora dolorosa.

Desde el cielo a Sevilla
hay el mismo camino
cuando de forma sencilla
bajaron a la Macarena
para que fuera bendita
y llena de pureza.

Por eso a ti, Virgen de los Dolores,
te pensaron en una quimera
entre Montañés y la Roldana,
entre Astorga y Juan de Mesa,
te pensaron con los ángeles,
los querubines y los profetas,
te idearon entre filigranas
y solo vestida de hebrea
para que Sevilla te contemplara
admirando tu grandeza,
proclamándote soberana
de los cielos y la tierra
de esta ciudad mariana
siendo Tú la recompensa
que en Torreblanca esperaban
humildes nazarenos de promesa
revestidos de amaranto
con la única prebenda
de postrarse a tus plantas
para seguirte dondequiera
que tu mano nos guíe
hasta la promesa eterna
y encontrarnos con tu cara
de infinita belleza
dibujada entre pétalos
por la luna y las estrellas,
coronada por tu palio
con los seises que te esperan
a la puerta de los cielos
para cantarte este poema:

Blanca rosa de pureza
de Torreblanca inmaculada
tienes por nombre la nobleza
de ser por Sevilla coronada
y en tu barrio la certeza
de ser la dolorosa más amada.

4 comentarios:

el aguaó dijo...

Hay algo especial en tus palabras. La afinidad se hace notar.

Enhorabuena amigo.

Un abrazo.

el_camarlengo dijo...

Jajaja...la afinidad. Sé que esa Virgen no es la más bella ni la mejor acabada, artísticamente, pero es la de mi barrio. La que tengo cerca. Concepción, Amargura y Valle son mis pasiones. Pero esta Virgen, ay, es la que me quita el sueño. Delante de su paso, todo lo demás sobra, solo Ella y yo.

el aguaó dijo...

A eso, precisamente, me refería amigo. Todas son La Madre de Dios, pero nosotros elegímos (o tal vez Ellas) las que nos enamoran y nos dejan sin aliento.

Bonitas palabras.

Un abrazo.

torreblancacofrade dijo...

Eres grande Dani.