sábado, 15 de diciembre de 2007

La ciudad

Después de haber paseado y recorrido calles que su nombre lo dicen todo, de haber musitado coplas en diciembre, de haber soñado rincones en primavera cuando aún era otoño. Después subir hasta la torre más fuerte y haber conversado con Santa Juana sobre el olor de las azucenas; después de sentarme a tus pies a esperarte, Madre, y sentir que llegas en Esperanza días más tarde; de haber bajado hasta los recónditos pasillos donde reposan los más nobles entre los escogidos.
¿Qué queda después de todo eso?...nada, solo un suspiro, un añejo recuerdo de un momento al borde de un abismo, el del olvido que se escapa entre las primeras luces que resquebrajan el invierno dando paso al color celestial de un estadio donde solo cabe más belleza si pudiera ser para un escenario inigualable. Se oyen silencios de la catedral del toreo, donde aun se imaginan duelos entre Joselito y Belmonte; de escuchar el canto más dulce, una sevillana, mientras al compás de los sentidos la noche camina en busca de un páramo donde contemplar tan digno lugar.
No es que yo lo diga, porque lo dice Gala, el problema no es que los sevillanos pensemos que tenemos la ciudad más bonita del mundo, es que, seguramente, tengamos razón...

3 comentarios:

el aguaó dijo...

¡¡Y qué bonita es!!

Genial querido amigo. Como siempre.

Un abrazo.

el aguaó dijo...

Feliz Navidad querido amigo. Que todos tus deseos se cumplan y disfrutes de una Nochebuena cargada de buenos momentos y rodeado de tus seres queridos.

Un fortísimo abrazo.

el aguaó dijo...

Feliz Año Nuevo amigo. Póspero 2008. Sin lluvias en Semana Santa y cargado de Esperanza.

Un abrazo.