viernes, 31 de agosto de 2007

Una Hermandad pilatera...

De entre algunas de las Hermandades a las que pertenezco, una tiene un caballo y otra tiene a Pontius Pilatus encima de sus pasos de misterio. La verdad que no voy a entrar en la polémica de si el caballo es más bonito o más feo, el libro de los gustos no está escrito...y el del mal gusto mejor no escribirlo...
Pues como decía, nos encontramos inverosímiles figuras secundarias encima de los pasos de misterios: un burro, un gallo, un caballo, personajes históricos, como Claudia Prócula, Anás, Caifás, Herodes Antipas...y muchos esclavos.
Lo que desde este artículo vengo a llamar es la necesidad de esas figuras. Algunas hay que reconocer que son de excepcional calidad y que aportan mucho a la comprensión del pasaje bíblico. No obstante, ¿hasta que punto depende la figura principal, la Imagen Sagrada de nuestro Señor, de una figura secundaria?...todo esto viene porque una de estas Hermandades a las que pertenezco ha publicado en la portada de su boletín una imagen en la que aparece el Señor junto a Pilatos, no siendo necesaria la complementación de este segundo en absoluto.
Cuando vemos la Amargura contemplamos a NPJ del Silencio, seguido de 'ante el desprecio de Herodes', pero no es necesario éste para comprender el cautivero de Cristo. Pues lo mismo ocurre con mi Hermandad: yo contemplo a NPJ Cautivo, seguido de 'ante Pilato', que no quiere decir que mi Cristo tengo que estar toda su vida con Pilatos.
Y desde hace unos años, algunos se empeñan en meternos por los ojos esta simbiosis teológica, para ellos tan necesaria como absurda para nosotros. Me da miedo que una de mis Hermandades, sin desprestigiar a ninguna otra, se convierta en una Pilatera Hermandad...

martes, 28 de agosto de 2007

Por ti también rezan los béticos...

Sé que va a ser un tópico. Mañana habrá millones de artículos y recortes como el mío acerca de este hecho, pero no puedo evitarlo. Antes de nada, clamo a los ángeles del cielo que vengan a por él, que entre recortados vuelos desciendan hasta este manatial de salud, donde la ojana veraniega de apodera de nuestras pasiones. Santos de las alturas, mantened la mirada firme ante los ojos del que llega.
Muchos escribirán sobre la muerte de este jugador de fútbol, Puerta. Que nombre tan bello...cuando uno llegaba a una ciudad buscaba la puerta y en todas las casas hay una, por donde se entra. Quizá, él ha sido la llave que por unos días ha unido a esta ciudad siempre en dos dividida. Ahora, desde luego tú también eres esa puerta, ese suspiro que le abre a los que te quieren el resquicio de un lamento contenido o de una oración callada. Te vas muy distinto del modo en el que llegaste, al fútbol digo. Te conocimos después de aquel gol que tranportó a los sevillistas hasta la cumbre de los sueños, donde las noches de mágico espectáculo junto a la Catedral de Nervión se hacían interminables.
Mañana muchos curas sevillistas, y béticos también, pedirán por tu alma en sus oficios. Muchos aficionados mirarán su carnet de socio y te recordarán en tus últimas jugadas y se acordarán de por qué son sevillistas, porque el sevillismo también sufre. Sufre con su ciudad, con su equipo, con sus sueños.
Esta tarde no solo el sevillismo perdió. Perdimos todos los que moramos en este rincón acompañado de la belleza de María. Ahora, tú vas camino de estar más cerca de ella, como de aquella copa a la que nos llevastes a los sevillanos a disfrutar con las glorias futbolísticas. Estas a punto de meter el mejor gol de tu vida Puerta, ahora es cuando no puedes fallar, porque los sevillanos y los sevillistas estamos contigo más que nunca.

domingo, 26 de agosto de 2007

El verdadero patrimonio

No sé cuántas Hermandades hay en Sevilla, más de cien seguro. No conozco el patrimonio de ninguna de ellas ni tampoco sus recursos. Solo sé que todas se gastan elevados presupuestos en bandas, en pasos y salidas procesionales y en ornamento de cultos.

Siempre he defendido que el principal fin de todas las Hermandades es el que viene marcado en las Normas Diocesanas: aumentar y mejorar el Culto Divino. Hasta ahí, todos de acuerdo. No dice nada de pasos dorados, bandas carísimas, exornos florales de alto coste ni nada por el estilo. Eso ya es cosa nuestra, de los cofrades. Quizá, podría denominarse como la 'cosa nostra' de las cofradías, al más puro estilo de la mafia italiana. Por eso digo, que lo principal, el Culto Divino. Y en comunión con ese Culto Divino, naciendo del centro de toda celebración, la caridad. Amor a Dios e, intrinsecamente, al prójimo...como a ti mismo.

Todo esto viene porque hace pocos días apareció la noticia del pobre Rubén, un chico con neurofibromatosis, que no sé a qué enfermedad se refiere, pero que suena muy mal y muy cara de curar. Y curiosamente, un grupo de Hermandades bastante reducido, en comparación con la nómina que integran solo las que hacen estación a La Santa Campana, han puesto de su parte (colaboración económica que se llama) para poder curar al pobre chico.

El grupo de Hermandades es muy peculiar, un total de once: por supuesto las dos grandes empresas del mundo cofrade, Macarena y Gran Poder, como siempre, a la altura de las circunstancias. Del total, tres son ruán y una más de silencio puro, La Mortaja. Las de ruán son Amor, Estudiantes y Vera+Cruz, las dos últimas con pasos en caobas. Después tenemos dos de antier por la mañana, La Paz y Santa Genoveva, demostrando estilo y saber estar. Después, otra del Sábado Santo, La Trinidad; una gloria, Valvanera. Y finalmente, la sorpresa, una de vísperas que salió invitada el Miércoles Santo, el Carmen Doloroso.

Ante todo, sorprendente, porque quitando alguna, no son de las más aplaudidas en La Santa Campana. No veo en esta lista ni a San Gonzalo ni a la Esperanza de Triana, tampoco veo a Los Gitanos, La Estrella, Redención, Los Panaderos...y analizando, al final, parace que siempre cuenta lo mismo: en la Semana Santa hay dos tipos de Hermandades, las que ofrecen espectáculo y las que hacen tener sentido a nuestra fiesta.

Recuerden, no es trabajar un año para un día, sino que ese día sea reflejo de todo el año trabajado.

lunes, 20 de agosto de 2007

In memoriam

Belleza ensimismada
de Dios que se recrea
en la tez desconsolada.
Bendita por siempre seas
clamorosa Virgen Inmaculada
que en palio azul noche paseas.

Versos de plata tallara
mi pluma sobre el incienso
y en otra cosa no pienso
cuando miro el dolor de tu cara.
Flores de marfil cortara
del ramo celestial preparado
con nardos y azahares nacarados
esperando llegar a tu morada.

Con más tristezas y desamores
eres la Virgen que más llora,
la que oye más clamores
de sus hijos que la adoran,
la llaman Virgen de los Dolores
a esta reina redentora.

Posiblemente, esto que sea canto de serafines, Rafa los esté contemplando mientras los querubines bailan como seises a los pies de la Madre de Dios. Junto a él, se sientan los ilustres, nazarenos de Sevilla, que a orgullo vistieron en algún tiempo la túnica de alguna cofradía de esta Mariana Ciudad.

martes, 14 de agosto de 2007

Por mí, reinan los reyes

Cuando el Santo Rey, un castellano llamado Fernando se afincó en Sevilla, tuvo un dulce sueño. En su onírico relato, ya en brazos de Morfeo, soñó con una mujer de belleza incomparable que todo lo puede. Soñó con una reina que le daba fuerza y poder para tomar el trono y soñó que era la Virgen la que le decía 'entra en Sevilla y regálame tu sede, Fernando, pues por mí, reinarás. Tú y tus hijos. Y los hijos de tus hijos'.
Así fue como, al punto de flanquear la ciudad el 23 de Noviembre y consiguir arrebatarle al Cabildo Catedral media seo para los reyes, a Ella le concedió honor y poder, que falta no le hace. Y la proclamó reina de todos los sevillanos. Por Ella, reinan los reyes y hasta a Ella vamos los sevillanos en busca de las tres peticiones que en voz queda y silente se oye a gritos cuando los primeros rayos del alba, colándose entre los nardos, rozan su cara y gotean resplandor desde su palio singular.
Solo tres. Cuadratura perfecta de sensaciones, pues tres es la Trinidad y hasta en el escudo de la villa tres hay, Leandro, Isidoro y Fernando. Y tres son los titulares de la Hermandad de los Nazarenos de Sevilla y tres las virtudes. Fe para soñorte sin verte, para con esperanza aguardar tu día y con amor regalarte el mejor cumplido deseo. Tres son las necesidades, de paño donde llevarte, sepulcro de belleza calmada y escaleras para subir a tu gloria de Madre.
Mañana, Madre, cuando te vea y en tu cara mire, que aun no siendo de mi agrado, te reconozca como Inmaculada Virgen María, sabré que por ti reinan los reyes, que por ti muchas esclavas de su hogar se levantan cada mañana, que por ti luchan muchos hombres para poder vivir en paz. Tú nos haces sentir como reyes.

sábado, 11 de agosto de 2007

Meditaciones ante el Sagrario


Oh, vida preciosa, cuerpo indeleble
que naciste de inmaculada madre
traspasada de dolor.
Purísima Hostia divina, cuerpo mismo del Salvador
que del cáliz de su sangre
nace la Cruz de la Redención.
Luz radiante llena de amor
alzamiento del cuerpo atravesado por el sol
y sangre del costado
mezclado con el sudor
del viejo hombre del campo,
del jornalero del viñador.

Reposa en tu arca, esperanza y fe,
alegría y compasión.
Blanquísima Hostia Sagrada,
pureza misma del sudario
como palomas del campanario
atravesando la mañana de esplendor.

Ave Corpus Christi
con fuego en el corazón,
llama primorosa,
enamorada traspasada con saeta
de arrogancia, trono esperanzador
que abre al punto el purgatorio
sintiendo la eterna Comunión.

Verdad misma infinita
destino y salvación
Trinidad Santa preciosísima
Sangre y Carne de amor.

jueves, 9 de agosto de 2007

A mi dama, en la lejanía...

Se encandila el alma
y se ciega la razón
al sentir el corazón
hallarse en un mar en calma
donde se gana la palma
del martirio y del dolor
pues lejano se encuentra tu candor
que mi pesadumbre me salva.

Ya no siento palpitar el ánima
aunque el sol haga presencia
pues el celeste se niebla
cuando estáis en ausencia
y hasta el pulso me tiembla
si no siento tu esencia.

Bella rosa deshojada
que florece en primavera,
hay de quien para sí te quisiera
tener como buena amada
para contemplar tu mirada
siempre que pudiera
pues brillan tus ojos como el sol de la alborada
y huele tu piel como la brisa marinera,
suave capa aterciopelada
que cubre tu sencillez entera.

Con las estrellas y el firmamento,
con la luz del mediodía,
con los sueños y el pensamiento
mi alma alimento
para llenarme de alegría
pues el mejor de los sentimientos
para ti reservaría
bella dama soñada
la que me acompaña cada día.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Tras los pasos del recuerdo

En las claras de la mañana, ya se rompe el silencio. Como gotas de agua clara abren los rayos de sol el cielo. Cantan los gorriones, las golondrinas y los vencejos en matina deslumbrada por el luto y el duelo. Ya se cierra la madrugada, que pasó el Nazareno, el de la calle de las Armas, el del Valle y el del arrabal trianero. Pasó el Gran Poder camino de San Lorenzo, como lo recordaba mi abuela, con ese sabor añejo.

Pierde el nombre Sevilla, se paran hasta los relojes. Viernes Santo es la aurora que llena de emociones y que lágrimas arroja entre suspiros y oraciones, entre cantigas benditas de saeteros en los balcones. Ya no suenan llamadores entre el redoblar tamboril perdiendo el sentimiento febril ante la muerte del Varón de Dolores. Ya se paran las campanas y redoblan con pique enlutado, estando en la mañana del bendito Viernes Santo, cuando el Silencio rompe la alborada del gentío y del espanto.

Todavía queda la Esperanza del sueño musitado por legiones celestiales que acampan acodados entre la señorial macarena y el humilde bergantín plateado, que con buena brisa navega hacia el puerto desterrado entre el Castillo de San Jorge y el amor destemplado con que aguarda Triana cielos bien hallados.

Espera Sevilla el retorno de esperanza pues mientras una abandona la villa caminito de Triana la otra va regalando sones color esmeralda que lleva prendidas en su pecho con esa gracia sevillana: entre bambalinas que danzan como los seises por la Inmaculada, entre rosas que desprenden su fragancia, pasa la Macarena, pasa la Virgen guapa. Que escrito está en el cielo, que no lo digo yo de mi pluma, pues Tú bajaste de las alturas para cumplir el anhelo de todos los sevillanos que rezaban al Padre Nuestro, pidiendo gloria bendita para entrar en el Edén. Y el Señor de San Lorenzo nos regaló la Pastora Divina, la que acampa en San Gil, en el arco macareno, cuan estrella de la mañana que alumbra la puerta del Cielo, por la que pasan centurias romanas para visitar a Jesús Nazareno.

Todo queda en calma, ya se va apagando el fuego que mi corazón abrasa y me quema hasta el aliento de pensar que me queda un año para cruzar la puerta de mis sueños, vestido con elegante ruán y esparto viejo. Ya queda menos para escuchar la melodía que me abre el pensamiento, que suena a Virgen del Valle al final de donde yo quisiera, de Álvarez Quintero para ver pasar tus espejos por Cuna y Chapineros. Sueño que se agota ante un pasionista nazareno y siento como llega la hora de llevar las cruces en mi pecho, de rojo fuego sangre, inmaculado azul del cielo, cruzar el dintel antonino y postrarme en el silencio, en la penumbra de la capilla, en el ansiado pensamiento donde se apoya el recuerdo de un nuevo nazareno que va tras la Santa Cruz abriendo el cortejo.

Y entre los azahares de una nueva primavera compone Farfán su nueva melodía. Huele a jazmines celestiales cada corchea y cada redondilla que suenan a cante hondo desde el balcón de cada esquina.
Pero ya no suena nada porque se oye hasta la brisa, hasta el crepitar del sol jugando con las nubes. Se apaga la noche y amanece un nuevo día: ya descansan en su trono de gloria el Nazareno y la Esperanza mía. Duerme el Gitano y el Señor de las Tres Caídas reposa junto al centurión pues en ello le va la vida. Ya duermen las azucenas, las rosas y los claveles; un año más Dios vino a la tierra siempre seguido de mujeres que aguantan lluvía intensa de cera.

Se apaga la madrugada y se abre el Viernes Santo. Se terminó la noche soñada, la que esperaba tanto para la que guardaba mi lágrima para ponerla en tu manto y así me recordarás Señora de amaranto, de azahares perfumada en palio de plata comandado hacia la Catedral del Cielo donde te esperan los Santos.

martes, 7 de agosto de 2007

Tiempo de renovación

Es cierto y notorio que, a pesar de los pesares, nuestra ciudad está anquilosada en muchas tradiciones, muchas de antier por la mañana, pero al cabo tradiciones. Otras, algo absurdas aunque aceptadas por el vulgo, son las delicias de la muchedumbre que se agolpa entorno a ellas haciendo de éstas un momento especial dentro del imaginario almanaque de la ciudad donde están apuntadas nuestras tradiciones y que llevan el pulso de la ciudad.

Dentro de las propias cofradías, corporaciones atadas a un lastre inamovible en el tiempo pero que pintan cada cuatro año sus fachadas con cierto aire de renovación sin limpiar el polvo de las estanterías, las tradiciones en su mayoría son de ayer, pero por la tarde, sentando cátedra en muchos aspectos.

Hemos de reconocer que la sociedad actual se define como cambiante como los vientos, soplan según conviene. Y nuestras cofradías deberían adaptarse a ellos. Gracias a los avances tecnológicos, las nuevas formas de comunicación, información, así como las nuevas formas de gestión y organización organizaciones ajenas a las Hermandades son mucho más potentes tanto en los fines como en los medios que los asisten. Es nuestro deber, no inventar nada, sino renovar.

Dentro del seno de las corporaciones cofradieras somos muy dados a cambiar la estética de la misma, como si de un artista nos tratásemos, o bien influir en la estable tradición. Como un neoconverso, algunos judíos de las cofradías cantan misa como el mejor cardenal de Roma, sin haber aprendido latín todavía. Y esto es muy común, pero no de ahora, de siempre. Más que inmiscuirnos en los aspectos superfluos de nuestras Hermandades y de idolatrar imágenes de altísima calidad, en la preocupación constante de sus ropajes cuan maniquí o en el exorno floral, que también son importantes, los propios Hermanos tenemos el derecho adquirido y ganado, y por ende, la obligación, de preocuparnos por la buena marcha corporativa dentro de una sociedad moderna.
Por eso cito 'tiempo de renovación'. Hay que cuidarse por fuera, sobre todo manteniendo las tradiciones de nuestros abuelos, pero también hay que cuidarse por dentro. Una vida de Hermandad plena, una renovación de las reglas que nos rigen, tanto en su contenido como en su forma o los propios fines, que puedan renovarse como la caridad y la formación, pilares fundamentales de las cofradías, deben ser los objetivos principales de los nuevos Rodríguez Ojeda que nacieron sin aguja para coser los verdaderos problemas de la belleza renovada de nuestra ciudad. La Semana Santa, cada año igual pero siempre diferente.

lunes, 6 de agosto de 2007

¿Cantidad o calidad?

Esta ciudad, la que Dios bendijo y quiso que los ángeles desde el cielo bajaran a posarse en la Cuesta del Rosario, está llena de dualidades. Ella misma, fuente infinita de belleza es a la vez narcisista en su naturaleza. Ella misma, Sevilla, se bate en infinito duelo con el otro lado del río, Triana. Y no sé quién por su desgracia podría saberse mejor en Sevilla sin Triana y qué sería el arrabal sin la villa, vieja cava de desgracias.

En Sevilla, como bien ha descrito infinidad de veces el maestro Burgos, están en lucha constante el amor dionisíaco desenfrenado, donde la pasión se arrastra entre macarenos ríos de terciopelo verde y la mejor lluvía de pétalos que hace el arrabal en la calle O'Donnell contra el sentido apolíneo de la belleza, de ese viejo sabor a ruán acartonado y largas tardes a la sombra de paseos por los caminos de luz que brotan de fuentes que desembocan en el Pasaje de Andreu. Se bate la villa en el constante duelo fútbolístico, donde esta vez, a pesar de mis colores, gana por goleada el semblante palangana sobre esa Turris Fortísima al final de La Palmera. Como en la Exposición del 29, los sueños del Betis se rompen al final del camino...

Y una nueva dualidad está apareciendo. Como siempre, en el campo de la Semana Santa, por supuesto. Antes de abordar el tema, reconocer que como hecho religioso y cultural, pues la religión forma parte de nuestra cultura además de que el hombre es un ser intrínsecamente religioso, la Semana Santa y las cofradías en general son elementos cambiantes que han condicionado y condicionan nuestra ciudad y nuestra sociedad local, introduciéndose en todos los campos que la misma pueda abarcar.


Pues como iba diciendo, ha aparecido una nueva dualidad, aunque antiquisima, reinventada y adaptada a nuestra cultura cofradiera. ¿Cantidad o calidad? Este es el hecho en sí, y lo ejemplifico yendo al grano directamente: ¿Prefieren los dirigentes de nuestras cofradías muchos Hermanos de calidad ínfima o pocos Hermanos de una calidad notable? No me refiero a que haya Hermanos de distintas categorías, me refiero al compromiso y participación dentro de la propia Hermandad. Los datos, analíticamente, hablan por sí mismos. No es concebible que haya Hermandades que estén entre los 4000 y los 7000 Hermanos de los cuales la participación es casi nula. Por no hablar ya de los que solo aparecen para la Estación de Penitencia o los que ni eso.

De este problema tienen la responsabilidad las Juntas de Gobierno: ¿queremos muchos 'Hermanos capiroteros' que se dediquen a pagar sus cuotas y molesten poco por la Casa-Hermandad o, por el contrario, queremos ser pocos pero con una verdadera vida de Hermandad?

La sartén está por el lado de los dirigentes de nuestras corporaciones, que por supuesto, siempre contestarán que 'mientras más Hermanos, mejor' pues poderoso caballero es don dinero. Pero no olviden las consecuencias: un cuerpo de Hermanos 'analfabeto' cofradieramente hablando o un bajo sentimiento de la propia Hermandad puede acabar acarreando problemas de idolatría, fiebre de corneta-costal y otros hechos extraños que están desvirtuando nuestra Semana Santa.

Señor Hermano Mayor

Así es como debería ser el trato a los máximos responsables de nuestras corporaciones. Es más, a algunos, les podría algún título del tipo 'serenísimo señor' o 'su excelencia'. Desde luego, huelga decir que algunos se lo han ganado a pulso por su buena labor y su saber estar, siendo su única persona referente máximo del estilo y forma de vivir su Hermandad.
Sin embargo, hay una nueva clase emergente de Hermanos Mayores, los cuales creen que su cometido es realizar todos los cargos, estar en todos los frentes y que tienen ese pequeño complejo por el cual piensan que sin ellos su Hermandad no funciona. Son capaces de desacreditar a oficiales de junta por tal ser auténticos protagonistas de su Hermandad, no les importa las divisiones internas con tal de permanecer en el cargo aferrándose al yerro dorado cuan auténtico bastón de mando, pensando que su corporación es el centro de esta villa y ellos, señores que campan cuan Cid por los campos del Guadalquivir.

Hermanos Mayores, desde este pequeño rincón les ruego que vuelvan a ser esa clase única en esta Sevilla, donde el sol luce tres veces al año, como deberían hacerlo sus varas nada más. Vuelvan a ser despreocupados con sus oficiales, que ellos ejecuten sus cargos de la mejor manera posible. Creo que la figura del 'Hermano Mayor moderno' pasa por convertirse en un relaciones públicas de la Hermandad. Tiene que ser el Hermano Mayor de todos los Hermanos, los que lo votaron y los que no; tiene que ser punto de referencia y centro de encuentro de los Hermanos, viendo en él una figura y modelo a seguir de cómo es y debería ser su Hermandad, de cómo son y deberían ser sus Hermanos, su forma de comportarse y su forma de actuar, para con sus Hermanos, los demás cofrades y en la propia cofradía.

Y sobre todo, vivan y dejen vivir, no inmiscuyéndose en todos los asuntos de la Hermandad, ya sean o no de su competencia. Porque, y aunque pasen los años, ustedes seguirán pensando que deben dejar su huella imborrable en el seno de la corporación. Si así no lo hicieren, no serían nadie. Claro está, ese es su pensamiento. ¿Qué pensarán los Hermanos? Eliminen de sus mentes la famosa cita cofradiera 'nosotros trabajamos con todo nuestro esfuerzo y amor' y seamos un poco más profesionales, incluso con el trato con los Hermanos, que deberían sentirse en sus Casa-Hermandad más mimados que en El Corte Inglés. Tristemente, no es así.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Cristo de Nervión

¿Qué pasará, Señor, cuando tu mirada
clavada en mis ojos no vea?
¿Estarás a mí lado, Dios mío, aunque sea
en la noches de voces callada?

Señor que ya no mueres
en la exaltación de la Cruz,
que caminas triunfante por Nervión
repartiendo de tus llagas la Luz
que ha de aliviar este dolor.

Sigues siendo Varón de Dolores
que aguardas solitario en tu morada,
en aquel retablo de amores
y a los pies, María de San Juan acompañada
ambos musitan oraciones
para calmar la sed desconsolada
pues tus penas son amores
de dulce noche estrellada,
de Viernes de fervores
de mañana inmaculada
en un miércoles de peticiones
donde ya no se mueve ni la Giralda
contemplando sensaciones
de estaciones abandonadas
en los Viernes de Dolores
donde salía Cristo sin su rosa destemplada,
bella flor de candores
y estrellas adornada.

¿Qué pasará, Señor, cuando tu mirada
clavada en mis ojos no vea?
¿Estarás a mí lado, Dios mío, aunque sea
en la noches de voces callada?

Cuando ya no te vea
en la gloria de Nervión estaré,
junto a Dios que se recrea
con la más bella flor de Nazaret
por nombre Consolación, ‘Mater mea’
junto a su Hijo, el Cristo de la Sed.